Análisis crítico acerca de la pedagogía Heteroestructurante
Las visiones heteroestructurantes consideran que la creación del conocimiento se realiza por fuera del salón de clase y por ello le asignan a la escuela el papel de transmisora de la cultura humana. En consecuencia, privilegian y defienden la acción y el rol del maestro como central en todo proceso educativo. Sus posturas son decididamente magistrocentristas, su estrategia metodológica fundamental es la clase magistral y, debido a ello, defenderán la conveniencia y la necesidad de los métodos receptivos en la escuela. De esta forma consideran la construcción del conocimiento como algo externo al estudiante y a la enseñanza como la manera de garantizar su asimilación.
El modelo pedagógico heteroestructurante en cuanto a los propósitos educativos, se propone transmitir información y normas. Por lo tanto, sus contenidos son informaciones específicas y normas de conducta adecuadas a una cultura que se considera universal. Esos contenidos se organizan de manera instruccional y cronológica. Así, sólo se debe enseñar un contenido cuando la información previa ha sido aprendida y ese contenido debe impartirse teniendo en cuenta el orden de la aparición de los fenómenos en la realidad. En cuanto al método, la Escuela Tradicional le asigna al maestro la función de transmitir un saber, al tiempo que el estudiante debe cumplir el papel de receptor de ese saber. Ninguno de los dos es considerado activo en el proceso educativo, ya que el maestro es un reproductor de saberes elaborados por fuera de la escuela, y el estudiante debe ser un reproductor de los saberes transmitidos en la escuela.
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