Señas Ancestrales como Indicadores Biológicos de Alerta Temprano

SEÑAS ANCESTRALES COMO INDICADORES BIOLÓGICOS DE ALERTA TEMPRANO
En la concepción andina, todos los miembros del ayllu son chacareros y como tales participan decididamente en la crianza y  la chacra. En ese sentido, la crianza de agro biodiversidad se realiza en conversación con la naturaleza a través de las señas  (indicadores naturales) y éstas, a su vez, como conformantes del ayllu son imprescindibles en la crianza ritual de las semillas,  de suerte que tanto los miembros de la comunidad humana, naturaleza y deidades participan en las distintas crianzas. 
De modo que para regenerar la vida tiene que establecerse una conversación fina, estrecha, permanente, ritual, de mucha  intimidad y de sintonización entre todos los miembros del ayllu. De acuerdo con los resultados que se tengan en la conversación (observación e interpretación) se optará por la modalidad de preparación del terreno, la misma que a su vez tiene sus  variantes. Se tomará en cuenta el piso altitudinal a utilizarse, las variedades a criarse (que también están en relación con las  características de las parcelas), las modalidades de siembra a utilizarse. Asimismo, las señas nos estarán indicando los momentos más adecuados de la siembra para cada cultivo y de las demás actividades del acontecer del cultivo de las diferentes  especies. 
Para la observación e interpretación de las señas hay que tener muy en cuenta que cada seña tiene su momento y días de  conversación e incluso en algunos casos tiene su hora de conversación. Pasado ese momento las señas ya no nos dicen  nada; además, para tener una idea muy aproximada de la tendencia del clima y los momentos más adecuados de la siembra y  otras labores   agrícolas, se debe establecer una conversación con muchas señas, comprobar en distintos momentos, conjugar  con las demás señas y conversar permanentemente y a lo largo de todo el año. Otro aspecto que se debe tener muy en cuenta  es que los resultados de la conversación con las señas sólo son válidos para el lugar de conversación y no para otras áreas;  es más, existen señas que son específicas para cada lugar. 

Esta tecnología ancestral, denominada por los propios  campesinos  como “señas, saberes y secretos”, está    basada en observaciones  empíricas  del comportamiento de la naturaleza y fauna, observaciones que han sido                                              llevadas a cabo por los campesinos durante miles de   años utilizando la prueba y el error. Dichas enseñanzas   han sido transmitidas de padres a hijos desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días.    
 Estas “señas, saberes y secretos”, al no tener explicación  científica,  son    catalogadas  como  supersticiones  o  creencias.  Sin  embargo,  el  poblador    del  ande  aún  convive con ellas, y este es un conocimiento tradicional  que es utilizado por él, en sus actividades agrícolas a  lo largo del año.
Sabemos  que  no  todos  estarán  de  acuerdo  con  el  mensaje  o con el  contenido del presente documento,  en  el  que  se  muestran  las  sabidurías  del  poblador  No  obstante,  creemos  que  este  estudio  puede contribuir a mejorar en cierta forma la prevención  y   rápida   repuesta   ante   los   fenómenos   naturales adversos.                                                                                                                       
“Ningún   aparato   científico   por   más   complejo   que  sea  puede  igualarse  a  un  órgano  vivo.  Las  plantas  y  animales  tienen  sistemas  bioquímicos  altamente  sensibles a las variaciones de los elementos del tiempo  atmosférico, que no sólo captan unos pocos elementos,  sino que también integran muchas variables  para dar  una  respuesta  como  es  la  floración  de  las  plantas  y  la  coloración  de  la  piel  de  los  animales.  Las  plantas  silvestres posiblemente tienen sistemas pigmentarios  y  enzimáticos  sensibles  a las variaciones de ciertas radiaciones de energías electromagnéticas         que  traduce un determinado comportamiento que refleja el  clima”
Si  bien  este  documento  advierte  que  no  se  trata  de  una evidencia científica, se puede tomar en cuenta que estas creencias han servido para  que los campesinos peruanos  tomen  previsión  de  alguna  manera  sobre                  las   inclemencias   extremas,   dado   que   los   propios campesinos han corroborado el acierto de algunas de estas creencias.
Este documento es una recopilación y adaptación de un  estudio realizado  por  diferentes científicos de la Asociación Chuyma de Apoyo Rural “Chuyma Aru”,   alto andino. De ahí que su nombre sea “Señas ancestrales como                        indicadores biológicos  de alerta temprana”.                                                                                           


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